¿Sabes cuántas veces me he dicho eso de «esta es la definitiva»?
Me refiero a la estantería.
A esa supuesta estructura ideal, modular, versátil y robusta que iba a resolver todos mis problemas de espacio. Que iba a encajar los digibooks, los steelbooks, los amarays, los digipaks, las slipcovers y hasta ese combo de edición coreana con libreto de 64 páginas en vertical.
Spoiler: mentira. Todo es mentira.
Bienvenido al Tetris del horror
Organizar una colección de películas no es coleccionar, es jugar al Tetris. Pero sin la música y con ansiedad.
Cada vez que llega una nueva edición a casa, tengo que recalcular toda la estantería. ¿Este cabe aquí? ¿Y si bajo estos dos? ¿Y si giro esto en horizontal? ¿Y si saco esa trilogía y la paso al mueble del pasillo (donde juré que jamás metería cine)?
Hay digibooks que no caben ni de coña. Ediciones con medidas raras. Cajas con el lomo más ancho que tu cuñado. Y luego están los packs: esos maravillosos ataúdes de cartón (o de plástico) que rompen por completo cualquier lógica visual.
Los amo, pero los odio.
Las peleas con la gravedad
He llegado a tener películas en doble fila (y conozco gente que tiene «triple fila»), como si esto fuera la despensa de mi abuela.
O en vertical y horizontal mezclados, como si un día medio borracho me hubiera puesto a ordenar la colección y me diera ya todo igual.
Una vez se me cayó un digipak encima del pie y casi acabo en urgencias. No es broma. Hay ediciones que pesan más que mi gato.
Y ni hablemos del espacio para crecer.
Que sí, que uno siempre dice «dejo hueco para futuras compras».
¡JA!
Ese hueco se rellena en 3 días y medio.
Y ahí empieza la fase 2: reorganizarlo todo otra vez. Me he pasado más horas moviendo discos que viéndolos. Seguro que sabes de lo que hablo.
El pacto silencioso con tu pareja
Hay una tensión no escrita en casa.
Una mirada que lo dice todo: «¿Esa balda estaba ocupada ayer?»
Y tú con cara de póker, en plan “¿Ah sí? No me había fijado”, mientras sudas en frío.
Porque cada nueva balda ocupada es territorio conquistado, pero también una declaración de guerra doméstica.
A veces meto ediciones nuevas entre otras que ya estaban, en modo camuflaje. Técnica militar nivel coleccionista: mezclar para despistar.
O uso el truco del traspaso sigiloso de un mueble a otro. Como quien traslada droga, pero con Blu-rays.
¿Es lógico todo? No. ¿Lo volvería a hacer? Sí.
IKEA, no me falles
He tenido Billys… ¿Quién no?, Kallax, Bestås, Lack, y hasta muebles que ya no existen y que IKEA retiró por razones de seguridad. Probablemente porque alguien, como yo, los forzó más allá de su capacidad.
Una vez doblé una balda entera con ediciones tochas y tuve que ponerle un refuerzo de bricolaje casero: una caja de zapatos.
Hay noches en las que me meto en la web de IKEA a mirar combinaciones como quien se mete en Tinder. «Esta parece estable… tiene buena profundidad… parece que caben los Steelbooks…»
Pura lujuria maderil.
El sueño sigue vivo
Y sin embargo, sigo soñando con la estantería perfecta.
Esa que tenga el tamaño justo, la proporción divina, la armonía entre formatos. Que tenga espacio para crecer, y a ser posible, no se descuelgue de la pared como la última que puse con tacos del chino.
Sé que no existe. Pero me niego a rendirme.
Porque encontrar la estantería perfecta es parte del juego. Del vicio. De esta enfermedad que elegimos no curar.
¿Y tú? ¿Tienes la estantería definitiva? ¿O estás como yo, que te pasas el fin de semana moviendo ediciones como si fuera una partida de ajedrez en la que juegas contra ti mismo?
Soy un apasionado como tu de regreso al futuro ,tengo muchas ediciones (una japonesa guapisima).
Yo tengo también varios muebles de ikea para pelis con puertas cerradas,me da rabia no poder lucirlas como se merecen ,peró qui mana ,mana como decimos en catalunya
Yo de momento sigo con las Billy aunque ya metiendo segundas filas por estante porque ya no tengo otro sitio donde añadir más estanterías.
¡Cuántas alegrías nos siguen dando las Billys!
De momento la Billy con estantes extras aguanta, me queda una balda y media vacía… empiezo a tener miedo🤣
Haces bien en tener miedo… ¡se lo que viene después! Jeje 😅