Después de mi primer artículo (en el que practiqué el onanismo mientras miraba una fotografía de mi rostro), vuelvo para contar cosas más “divertidas”, aunque, como coleccionistas, no deberían hacernos ni la menor gracia.
¿Alguna vez has pensado que es altamente sospechoso que esas ediciones que nunca encuentras (y desaparecen en cuestión de segundos de lugares como Amazon) sí estén disponibles para un selecto grupo de usuarios de Wallapop que las venden hasta por el doble de su precio?
¿Nunca te has preguntado cómo lo hacen?
Bueno, pues la respuesta es bastante sencilla: algunas distribuidoras (me han prohibido dar nombres) ponen facilidades a ciertos usuarios que han formado lo que llaman “Grupos de compra”. Yo los llamaría “Grupos de caraduras sin escrúpulos”, pero también me han dicho que no puedo usar esas palabras en los artículos.
El segundo motivo es que esas distribuidoras prefieren vender a comercios pequeños porque su margen de beneficio se ve menos afectado. Y aunque esto es lícito, es una trampa para el consumidor, porque supone que la gran mayoría de las copias irán a parar a manos de los mismos que luego venden 20 copias a una sola persona, sabiendo perfectamente lo que harán con ellas.
Lo más curioso es que los propietarios de esos pequeños comercios se consideran grandes cinéfilos y coleccionistas. A eso solo puedo responder con un rotundo: “Sí, claro… y yo soy descendiente directo de Kubrick”.
Cierta distribuidora, por ejemplo, te recomienda evitar las grandes superficies e, INCLUSO, comete la osadía y torpeza de aconsejarte que no compres en Amazon. Te están diciendo con toda la cara que no compres en el mayor mercado del mundo porque “les cobran demasiado” y ellos prefieren entregarles 10 copias de cada lanzamiento potente (generalmente ediciones especiales) a los mismos de siempre.
El futuro del formato físico en España
Hay algo que está más que claro (y que ya es tendencia en los mercados más potentes del mundo en la venta de formato físico): con el tiempo, dependeremos de pequeñas distribuidoras para que traigan discos a España, algo así como las famosas «boutique labels» que están en auge, sobre todo en el mercado anglosajón.
Me refiero a sellos como Arrow, Umbrella, Shout o Kino, por mencionar algunos.
Afortunadamente, en España contamos con distribuidoras que hacen las cosas bien. Hablemos de ellas, mezclando grandes y pequeñas.
A Contracorriente
Esta funcionaría un poco como nuestra “Criterion”.
Títulos de calidad constatada se mezclan con cine de género y de autor, cuidando con mimo cada edición que sacan al mercado. Desde su primer lanzamiento en 4K, la genial locura de Cronenberg «Crash», han apostado por este formato, aunque llevamos un tiempo sin novedades en ultra alta definición.
Divisa
Una de las más potentes.
Gestionan los catálogos de la todopoderosa Disney y también de Paramount. A pesar de su tamaño, su trato con el cliente es EXQUISITO.
Cualquier problema que he tenido con ellos me lo han resuelto en cuestión de horas, y me consta que la gente que trabaja ahí (tanto en Valladolid como en Madrid) son verdaderos amantes del cine y de su labor para hacernos llegar esas películas a nuestras casas.
Gabita Barbieri
Empiezo diciendo que tengo un enorme cariño a sus propietarios, pero no soy de los que pone el corazón antes que la razón. Así que lo que voy a decir lo haré con la mano en la cabeza y no en otras partes.
A pesar de que sus comienzos fueron difíciles y cometieron errores propios de principiantes (por desconocimiento y no por lo que algunos bocazas dijeron por ahí), Gabita se está consolidando como una de las mejores distribuidoras pequeñas del país.
Les debemos haber podido completar sagas enteras con títulos que nunca se editaron en España, y también les debemos que, en lugar de abandonar este mercado (especialmente cuando fueron el blanco de ataques inhumanos por parte de ciertos entendidos que solo saben amargar la existencia), hayan seguido apostando por nuestra pasión y la suya.
Porque ellos son coleccionistas, y ahí está la clave de su éxito: saben lo que queremos ver editado.
Empezaron con pocos títulos y ahora no paran de darnos alegrías, alcanzando cifras impensables para una empresa que lleva tan poco en el sector. Me encantaría que algunos de sus críticos conocieran a Gabi un poco más, como le conozco yo, porque es una persona excepcional con un corazón enorme y un trabajador INCANSABLE. A nivel de esfuerzo, no le gana nadie.
Debo añadir algo muy importante sobre ellos. Debido a mi profesión de letrado, pude echar un vistazo a los contratos que manejaron para algunos de los títulos polémicos que lanzaron al mercado y, por parte de ellos, no existía anomalía alguna en los mismos, a pesar de que otros (que no juntan dos y dos) dijeran que sí, sin tener ni idea de lo que hablan y sin ver esos documentos que yo sí que tuve en mi poder.
Otro día hablaremos de otras distribuidoras que también merecen su espacio, e indagaremos un poquito más en esos especuladores profesionales que acaparan todo el material que los demás buscamos como locos.
Un mensaje para ellos
Esas ediciones que vendéis a precio de oro, gracias a los privilegios que ciertos distribuidores os conceden mientras los demás tenemos que pelearnos por una sola copia, OS LAS PODÉIS ENMARCAR Y COLGAR EN EL SALÓN.
Y esa distribuidora (que miente descaradamente al decir que NO realiza estas prácticas), también puede hacer lo mismo. Muchos estamos ya hasta las narices y nos hemos visto FORZADOS a recurrir a otros mercados para evitar encontrarnos con sus chapuzas de siempre.
En el próximo artículo hablaré del futuro (soy «Rappel») y volveré a repartir críticas a quienes también merecen su trozo del pastel: los YouTubers que venden su alma por películas gratis y que, por ello, no pueden permitirse hablar mal de quien les llena la estantería, te quiero decir…