Presentada en la 69º edición de la Seminci, Diamante en bruto, ópera prima de Agathe Riedinger, nos introduce en la vida de Liane, una joven de 19 años que, a pesar de su popularidad online, lucha con una realidad opaca en un pueblo de la periferia del sur de Francia.
Este retrato generacional destaca por su enfoque sobre la distancia entre la imagen que proyectamos y la vida real que llevamos, explorando los deseos y las frustraciones que conlleva esa dualidad.
Riedinger construye con realismo y humanismo el mundo de Liane, quien vive con su madre y su hermana menor, y se embarca en una aventura mediática al querer entrar en un reality show que promete hacerla «alguien» en el mundo.
A través de la protagonista, la película expone la fragilidad de las identidades construidas en redes sociales, ahondando en cómo esta nueva forma de visibilidad puede crear más ansiedad y aislamiento que auténtica conexión.
La cámara sigue de cerca a Liane, capturando sus gestos y momentos de introspección en contraste con el artificio de sus publicaciones. Este contraste subraya el conflicto entre el yo real y el yo online, revelando una juventud marcada por la presión de mantener una apariencia perfecta.
El resultado es un debut potente que cuestiona los valores de una generación en la que el éxito personal parece medirse en seguidores.
Diamante en bruto es una obra que, además de contar con una notable actuación principal, destaca por su crítica hacia la cultura del ego. La película es, sin duda, un reflejo de los desafíos actuales que enfrenta la juventud en una sociedad obsesionada con las apariencias.