En La tutoría, el debut como director de Halfdan Ullmann Tøndel, se exploran las fronteras borrosas entre la violencia y el juego infantil, un tema tan complejo como inquietante.
La historia, que hemos presenciado en la 69 edición de la Seminci, gira en torno a Armand, un niño de 6 años acusado de haber sobrepasado ciertos límites con su compañero de clase, Jon. Lo que comienza como un incidente en el patio del colegio rápidamente escala cuando los padres son convocados para discutir el asunto, y el enfrentamiento revela mucho más sobre los adultos que sobre los propios niños.
La película se atreve a tocar temas delicados como la sexualidad infantil y la culpabilidad, pero lo hace con una sensibilidad que invita a la reflexión en lugar de caer en el sensacionalismo.
La gran fortaleza de La tutoría reside en su habilidad para mostrar cómo los comportamientos infantiles pueden ser un reflejo distorsionado de lo que los niños ven en los adultos que los rodean. Cada mirada, cada silencio entre los padres va tejiendo un drama tenso y complejo, donde las acusaciones y los prejuicios afloran de manera explosiva.
Renate Reinsve, conocida por su papel en La peor persona del mundo, ofrece una actuación sobrecogedora como una madre atrapada entre la defensa de su hijo y la incertidumbre de lo que realmente sucedió. Su interpretación está llena de matices, reflejando la ansiedad y el desconcierto de una situación donde no existen respuestas claras.
La dirección de Ullmann Tøndel, nieto de la icónica Liv Ullmann e Ingmar Bergman, muestra una sorprendente madurez para capturar la tensión emocional que subyace a las interacciones más cotidianas.
La película, premiada con la Cámara de Oro en el Festival de Cannes, destaca por su sutileza tonal y su capacidad para profundizar en los aspectos más oscuros de la condición humana sin necesidad de escenas explícitas o confrontaciones directas. El enfoque minimalista y la elección de centrar gran parte de la acción en las conversaciones entre los padres y los miembros de la escuela, refuerzan el sentido de claustrofobia moral que atraviesa toda la obra.
La tutoría es una película que deja al espectador con preguntas más que con respuestas, invitando a una reflexión profunda sobre los límites de la culpabilidad, la responsabilidad de los padres y la manera en que los adultos proyectan sus propios conflictos en los más pequeños.
Un drama que marca un prometedor comienzo para Halfdan Ullmann Tøndel en el cine internacional, y que sin duda resonará en cualquier audiencia dispuesta a cuestionar sus propias percepciones sobre la infancia y la moralidad.