Presentada en la 69º edición de la Seminci, Sex, de Dag Johan Haugerud, es una película que, desde su premisa sencilla, desglosa con naturalidad y sin estridencias los conflictos internos de sus personajes.
La historia presenta a un deshollinador, que en el marco de su matrimonio heterosexual estable, revela a su compañero de trabajo una relación puntual con otro hombre. Mientras tanto, su colega le confiesa un sueño recurrente en el que se ve como mujer.
A partir de estas revelaciones, ambos se embarcan en una serie de diálogos fluidos y profundos, donde cuestionan los modelos tradicionales de masculinidad y las fronteras de la sexualidad.
El gran mérito de Sex radica en su capacidad para tratar temas complejos con una ligereza que no minimiza su importancia. Haugerud se aleja de los traumas convencionales asociados a la crisis de identidad sexual, ofreciendo en su lugar un enfoque cálido y humanista.
Los diálogos, construidos con una fluidez casi poética, logran que el espectador se sienta invitado a las conversaciones, haciéndolo partícipe del proceso de autodescubrimiento de los personajes. La película logra un equilibrio perfecto entre la exploración íntima de sus protagonistas y la universalidad de las preguntas que plantea sobre la sexualidad en evolución.
Visualmente, Sex se caracteriza por una puesta en escena austera pero eficaz, donde lo más importante es lo que se dice y lo que se revela en los silencios. La sobriedad estética potencia el enfoque en los personajes y sus interacciones, haciendo que cada mirada y gesto adquieran un significado especial.
La película ofrece también un guiño innegable al atractivo sexual de figuras como David Bowie, sugiriendo una idea de la identidad sexual como algo en constante movimiento y transformación.
Sex es solo la primera entrega de una trilogía titulada Sex Dreams Love, cuya segunda parte, Love, ya ha sido presentada en la Mostra de Venecia, confirmando a Dag Johan Haugerud como una de las revelaciones del cine contemporáneo.
Su capacidad para diseccionar con sensibilidad y humor los paradigmas de la sexualidad en el marco de la clase media noruega es un signo distintivo de su estilo, y deja al espectador con la sensación de que ha sido testigo de una conversación que, lejos de concluir, seguirá desarrollándose en futuras entregas.
En resumen, Sex ofrece una reflexión refrescante sobre la masculinidad y la sexualidad, abordando sus temas con una honestidad que es tanto reconfortante como estimulante.
Haugerud demuestra que el cine puede ser una herramienta poderosa para desafiar las ideas preconcebidas sobre quiénes somos y cómo vivimos nuestras identidades, en un mundo donde esas fronteras parecen cada vez más difusas.