Otra peli de Los 4 Fantásticos.
Sí, otra. Porque por alguna razón, Marvel tiene una obsesión enfermiza con reinventar a este grupo como si fueran el jamón de bellota del UCM… cuando históricamente han sido más bien el chopped.
Pero, en fin, nueva etapa, nuevo equipo, nuevo director, nueva excusa para intentarlo de nuevo. Y mira, no les ha salido mal.
Marvel presenta a su nueva familia fantástica en Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos, una especie de reboot suave con aroma retro y multiversal…

En marcha sin rodeos (¡por fin!)
Lo primero que se agradece es que no nos vuelvan a contar el origen por quincuagésima vez.
Aquí los Cuatro Fantásticos ya son quienes tienen que ser: Reed es un cerebrito obsesionado con sus movidas, Sue la que pone orden (y la que más mola), Johnny el flipado de siempre y Ben… bueno, es La Cosa, pero más entrañable que nunca.
La peli arranca rápido, no se duerme en flashbacks eternos y mete a la patrulla cósmica en fregados multiversales desde el minuto uno. Portales, bichos raros, teorías locas y alguna que otra conversación con frases de física cuántica que nadie entiende, pero quedan bien.
Lo bueno: hay química
Sorprendentemente, lo que mejor funciona aquí es el feeling entre ellos. Hay piques, pullas, momentos tiernos y mucha dinámica de «familia que se quiere pero se quiere matar».
Johnny y Ben se llevan las escenas más gamberras y Reed y Sue tienen esa tensión constante de «nos entendemos pero me sacas de quicio».
Eso, bien.
El villano: un Dios que impone… aunque caiga como una mosca
Sí, es Galactus. Y sí, por fin Marvel lo presenta como debe ser: inmenso, imponente, con voz de ultratumba y aura de dios interestelar que viene a tragarse planetas como si fueran Doritos. Nada de nubes sin forma ni efectos confusos. Aquí hay diseño, presencia y una intro que te deja con el culo torcido.
Cada vez que aparece en pantalla, se para todo. Impone, acojona y enamora, con frases épicas y esa sensación constante de «no tenemos ni media opción contra este bicho».
Pero claro… llega el final.
Y lo que prometía ser un clímax a lo grande se queda en un «¿ya?». Lo resuelven con un truco tan facilón y forzado que te deja con cara de póker. Como si en mitad de la partida alguien dijera «eh, se acabó, he ganado porque sí».
Una pena, porque Galactus es de lo mejor de la peli, y aunque se luce durante buena parte del metraje, merecía una despedida a la altura de su leyenda.
Opinión sincera:
Mira, te soy sincero: Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos no es una mala película en absoluto. Tiene ritmo, ideas interesantes, y hasta un Galactus como Dios manda. Pero conmigo no ha terminado de hacer clic…
Está bien hecha, se nota el esfuerzo, y por momentos te engancha. Pero yo no he terminado de conectar. No me emocioné, no disfruté tanto como quería, y me dio un poco igual lo que les pasara.
No sé si es que ya vengo saturado de superhéroes, que vi la película de madrugada (y el sueño es mala compañía en estos casos) o que esta familia, por mucho que la intenten relanzar, a mí no me termina de decir gran cosa.
He disfrutado más con pelis recientes como Superman o Thunderbolts, que sin ser obras maestras, me pillaron más por sorpresa y disfruté un montón. Aquí todo me ha parecido más… correcto. Funcional. Sin más.
No está mal, pero no me ha tocado.
Así que si eres fan de los 4F, adelante, te lo pasarás bien. Si eres más de ir al cine a fliparte con lo inesperado… igual esta no es la tuya.
Mi nota personal: 6,5/10 con cariño, pero con poco hype.
