Presentada en la sección oficial de la 69º edición de la Seminci, Tiempo compartido, realiza una introspección sobre la memoria y la familia desde su propia experiencia, tomando el confinamiento de abril de 2020 como pretexto para este regreso al pasado.
Vincent Macaigne y Micha Lescot interpretan a dos hermanos, un director de cine y un periodista musical, quienes no solo representan personajes, sino que se asumen como los alter ego del propio director y su hermano en la vida real.
La narración, guiada por una voz en off que recorre los pasillos y habitaciones de la casa familiar, convierte el hogar en un personaje adicional, donde cada esquina y cada silencio parecen guardar fragmentos de historia, recuerdos imborrables y, sobre todo, ausencias que el director explora con una profundidad emocional única.
Esta estructura, unida a una fotografía serena, le da a Suspended Time un tono reflexivo y contemplativo, invitando al espectador a una experiencia visual y sentimental.
La combinación de drama y comedia fluye con naturalidad a través de los diálogos, siempre íntimos, entre los hermanos, quienes van destapando recuerdos familiares con la vulnerabilidad de quien enfrenta su propio pasado.
La película logra capturar la dualidad de las relaciones familiares, donde el amor y los resentimientos coexisten en un balance frágil.
Esta obra es una obra muy personal, una meditación sobre el tiempo y la memoria que demuestra que el cine se puede convertir en un acto de confesión y de conexión con el espectador.
Tiempo compartido es una película que no teme explorar el silencio y la quietud, donde los espacios vacíos y los objetos antiguos cobran vida en una historia que recuerda la inevitable presencia de aquello que alguna vez fue y que persiste en nuestra memoria.