El Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) ha entrado en una fase que se asemeja a un ejercicio de supervivencia más que a una planificación ambiciosa.
«Capitán América: Brave New World», la entrega número 35 de la franquicia, es la más reciente muestra de un estudio atrapado entre la necesidad de cerrar etapas y la falta de una dirección clara hacia el futuro.
Lo que en algún momento fueron relatos orquestados con precisión quirúrgica, ahora se sienten como ensamblajes de urgencia, donde los reshoots y las correcciones de guion son el pan de cada día.

El Capi sin Rogers
«Brave New World» asume la difícil tarea de consolidar a Sam Wilson (Anthony Mackie) como el nuevo Capitán América tras la despedida de Steve Rogers en «Avengers: Endgame».
En los cómics, la transición de Wilson al manto del Capi tuvo un fuerte componente político y social, algo que en el film apenas se asoma de forma tímida.
En su lugar, se opta por un thriller de acción con tintes de espionaje, heredero de la serie «Falcon y el Soldado de Invierno» pero sin la solidez narrativa ni el pulso de «El Soldado de Invierno» (2014), que sigue siendo el estándar dorado del género dentro de Marvel.
Entre la conspiración y la saturación
La película intenta articular una trama de conspiración internacional con la figura del presidente Ross (Harrison Ford, en reemplazo del fallecido William Hurt) y la reaparición del Hulk Rojo.
Sin embargo, la narrativa se ve fragmentada por decisiones argumentales poco convincentes y un desfile de personajes secundarios que aportan más ruido que sustancia. Giancarlo Esposito, con su innegable carisma, se suma a la historia en un papel que refuerza su arquetipo habitual de villano implacable, pero sin el peso necesario para dotar de verdadera tensión al relato.
El problema más grande de «Brave New World» radica en su carencia de identidad propia.
Sus escenas de acción, aunque bien ejecutadas en lo técnico, carecen del impacto narrativo que hicieron memorables las batallas en películas anteriores del UCM. Las secuencias aéreas y el clímax final cumplen su cometido visual, pero no ofrecen nada que no se haya visto antes.
La espectacularidad del cine de superhéroes ha llegado a un punto de saturación en el que las coreografías de combate y los efectos digitales ya no son suficientes para mantener el interés si no están respaldados por una historia bien construida.
Un director sin firma
Julius Onah, el director de la cinta, carece de la impronta autoral que podría haber incrementado el valor del material.
Su trabajo previo, «The Cloverfield Paradox», ya evidenciaba una dependencia excesiva de las exigencias del estudio por encima de una visión propia.
En «Brave New World», su dirección es funcional pero anodina, sin la personalidad que podría haber convertido este thriller en algo más memorable.
Conclusión
«Capitán América: Brave New World» no es una película terrible, pero sí es un reflejo del estado actual del UCM: un universo en crisis de identidad, atrapado entre la nostalgia y la incertidumbre.
Para los completistas de Marvel, será un visionado obligatorio; para el resto del público, un entretenimiento efímero que confirma que el género necesita urgentemente una revitalización.
Nota: 5.5/10
- Título: Capitán América: Brave New World
- Título Original: Captain America: Brave New World
- País: Estados Unidos
- Año: 2025
- Duración: 119 minutos
- Dirección: Julius Onah
- Género: Acción, Thriller, Superhéroes
- Productora: Marvel Studios
- Estreno en España: 14 de Febrero de 2025
